Dragon Castle es un juego inspirado en el tradicional juego chino Mahjong. Cada jugador deberá coger fichas del decadente Castillo Dragón y usarlas para construir un castillo propio. Creando grupos de fichas del mismo tipo y construyendo Santuarios sobre ellos para conseguir puntos de victoria. Durante la partida también se podrá pedir ayuda a los Espíritus y desatar su poder. ¡Pero cuidado! Hay que complacer siempre las exigencias del Dragón Venerable si se quiere lograr la victoria.
El trío de autores que está detrás de este aclamado juego familiar son los italianos Lorenzo Silva (Potion Explotion, Railroad Ink: Edicion Azul Profundo, Railroad Ink: Edición Rojo Abrasador, Dungeon Fighter…), Hjalmar Hach (Photosynthesis) y Luca Ricci.
Estamos ante un juego abstracto en el que los jugadores deben ir robando piezas de un suministro central formado por varios pisos y colocarlas en un tablero personal formando conjuntos según sus tipos. Cuando se consigue conectar un mínimo de piezas, estas se consolidan, se voltean y proporcionan puntos, pudiéndose colocar piezas encima. También, al consolidar piezas, se pueden construir templos, siempre y cuando los jugadores dispongan de tejados en su reserva personal. Cada partida será distinta gracias a las múltiples configuraciones del suministro, así como por dos cartas que alteran ligeramente las normas y permiten puntuar algún elemento adicional.
Las comparaciones con el Azul son inevitables. El nivel de producción es similar, el precio igual de ajustado y las mecánicas no son muy distintas. Ambos son de los mejores juegos abstractos de los últimos años sin duda.
Dragon Castle es por tanto un juego familiar, que esconde más decisiones de las que aparenta y que supone una modernización al siglo XXI del clásico juego chino Mahjong.
Dragon Castle ha recibido los siguientes reconocimientos:
- Nominación al premio a mejor juego del año en Italia (2018)
- Nominado al RPC Fantasy Award (2018)
FUNDAS – 24cartas (63.5 mm x 88mm)
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